miércoles, 17 de mayo de 2017

Arianna, una revelación del Premio Memoria Nuestra.

Arianna. (Foto del autor.)
Durante la reciente XXIV edición de las Romerías de Mayo en Holguín, sesionó el Congreso de Pensamiento Memoria Nuestra, considerado la columna vertebral del gran evento que organizan cada año la Asociación Hermanos Saíz y la Dirección de Cultura en la provincia. Para beneplácito de muchos que le conocemos, la joven banense Arianna Figueiras Laguna, estudiante de quinto año de la carrera de Historia en la sede Celia Sánchez Manduley de la Universidad de Holguín, obtuvo la única mención que decidió otorgar el jurado en las premiaciones del Memoria Nuestra. Con ella conversó este redactor que ahora comparte sus experiencias.

El trabajo mío que ganó la mención se titula Las causas históricas del conflicto Iglesia Católica-Revolución en Cuba de 1959 a 1976. Yo lo había presentado en un taller nacional de historia que se celebra en la Universidad de Holguín y que se nombra “Taller científico Recorriendo los caminos de la Historia” y obtuvo en mi comisión el primer lugar. A partir de ese momento el trabajo se da a conocer. Lilién Aguilera la presidenta provincial de la Asociación Hermanos Saíz me invita a presentarlo en el evento aunque no soy miembro de la organización, pero envié un resumen de la ponencia y quedó seleccionada.

¿Cómo transcurrió el evento? 

El 4 de mayo comenzaron las sesiones en el Hotel Pernik con los debates y la presentación de los trabajos, clasificados en dos categorías, una de proyectos comunitarios y otra de investigaciones. El evento duró hasta el día 6 de mayo, y además de la discusión de los trabajos se intercalaron conferencias magistrales que fueron impartidas por los integrantes del jurado. La presidenta era la doctora en ciencias Alicia de la Caridad Martínez, socióloga, junto a la doctora María Teresa Fleitas, historiadora del arte, ellas dos de la Universidad de Oriente, y el doctor en ciencias Alejandro Torres Gómez de Cádiz de la Universidad de Holguín, profundo conocedor de los temas de religión. Una conferencia estuvo relacionada con la pintura colonial en Santiago de Cuba y la existencia incluso de una escuela de arte similar a la de San Alejandro que radicó en esa ciudad, esta fue la de María Teresa. Por su parte la socióloga nos habló del uso de las nuevas tecnologías en los jóvenes, especialmente la tecnología celular, un tema muy actual en el que disertó sobre el uso que se le da a estos equipos, los contenidos, las aplicaciones, todo muy interesante. En el caso de Alejandro nos habló del pensamiento social cubano y de los valores que tiene en las primeras décadas del siglo veintiuno, algo que me tocó muy de cerca porque me estoy formando como historiadora. Pero el mayor honor fue asistir en el Museo Provincial La Periquera a una conferencia de la hija del Che, Aleida Guevara, donde nos hizo anécdotas de su padre y reflexionó de cómo el depositó en la juventud toda la confianza para sacar adelante grandes tareas que necesitaba la Revolución, obra que hoy sostiene el protagonismo ganado por la Unión de Jóvenes Comunistas.

Premiaciones del evento. (Foto tomada de Radio Angulo digital.)
¿Te sorprendió el resultado que obtuviste?

Claro, ya el último día que fue el 7 de mayo, se hicieron las premiaciones y yo me asusté cuando me entregaron la única mención del Premio Memoria Nuestra. Imagínate que yo temblaba como una hoja el día de la exposición ante aquel jurado de reconocidos doctores, además porque allí estaban participando muchos licenciados, másteres, personas con carreras de muchos años vinculados a la investigación y yo aun curso el quinto año de mi especialidad. Alcanzar la mención fue una grata sorpresa.

Háblame un poco más de tu ponencia. ¿Qué abordas al referirte a las causas históricas del conflicto Iglesia Católica-Revolución en Cuba de 1959 a 1976?

Yo no soy creyente, creo que es lo primero que hace falta para desarrollar una investigación como esta, para tratar de tener una mirada imparcial. No trato de abordar lo que es la parte religiosa, lo miro como una historiadora, desde las ciencias sociales, desde los hechos objetivos sin ahondar mucho en la creencia. Lo analizo entre el 1959 al 76 porque es el período que marca desde el triunfo revolucionario hasta que se proclama la constitución donde por primera vez el estado se pronuncia de manera oficial con respecto a la religión. Lo que trato es de establecer una especie de relación acción-reacción entre las medidas revolucionarias que se fueron radicalizando paulatinamente y la respuesta de la iglesia. Cómo todo esto ocasiona un conflicto que propició que una parte del pueblo cubano que era creyente se excluyera de la sociedad que se estaba construyendo. La iglesia católica al triunfo de la Revolución era una iglesia preconciliar anticomunista, es una iglesia que tiene muchas posesiones, escuelas, universidades, asilos. Las medidas revolucionarias que nacionalizaron estas propiedades afectaban directamente al poderío de la iglesia y a sus contribuyentes, por eso mi posición como historiadora va hacia el análisis casuístico y no a parcializarme con ninguna de las dos partes.  

¿A parte de obtener la mención, que otra satisfacción sientes con el estudio que has realizado? 

Arianna ofreció una información detallada. (Foto del autor.)
Siento una gran satisfacción porque esta investigación que estoy terminando es el Trabajo de Diploma que me permitirá graduarme como historiadora el próximo mes de junio. Y que haya obtenido la mención en el Premio Memoria Nuestra confirma la validez de mi estudio. Además, fue un orgullo para mí participar en uno de los eventos de pensamiento más importantes del país, que prestigia un festival internacional como Romerías de mayo y también me abre las puertas para iniciar mi proceso de crecimiento como miembro de la Asociación Hermanos Saíz.          

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